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Autor: Laura Velasquez
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¿Cómo prevenir la sudamina en los bebés durante el verano?
El verano es una estación de calor y sol, pero también puede traer consigo diversos problemas cutáneos, sobre todo en los bebés.
Un problema común al que suelen enfrentarse los bebés durante el tiempo caluroso y húmedo es la sudamina. Esto es una incómoda erupción cutánea causada por la obstrucción de los conductos sudoríparos, lo que provoca sudor atrapado bajo la piel que vemos a través de unos puntitos rojos que vemos en las zonas más propensas al calor.
Si acabas de ser madre o cuidadora y quieres asegurarte de que tu pequeño se mantiene cómodo durante el verano, aquí tienes algunos consejos para prevenir y tratar la sudamina en bebés.
Viste a tu bebé adecuadamente
Cuando se trata de prevenir la sudamina, elegir la ropa adecuada para tu bebé es crucial. Opta por tejidos ligeros y transpirables, como el algodón, que permiten la circulación del aire y ayudan a eliminar el exceso de sudor. Evita los materiales sintéticos o la ropa ajustada, ya que pueden agravar el sarpullido por calor. Los conjuntos holgados y cómodos mantendrán fresca la piel de tu bebé y reducirán el riesgo de sarpullido.
Mantén un ambiente fresco
Mantener fresco el entorno de tu bebé es esencial para prevenir el sarpullido. Asegúrate de que la temperatura ambiente sea agradable y evita la exposición excesiva al calor. Utiliza ventiladores o aparatos de aire acondicionado. Controlar el nivel de humedad de la habitación también puede ayudar a reducir la producción de sudor.
Baña a tu bebé con agua tibia
Bañar a tu bebé con agua tibia es beneficioso para prevenir y aliviar la fiebre miliar. Evita utilizar agua caliente, pues puede irritar aún más la piel. Añadir unas gotas de loción de calamina o avena en polvo al agua del baño puede proporcionar un alivio adicional y ayudar a mitigar cualquier picor asociado a la sudamina. Al acabar sécale bien.
Mantén hidratado a tu bebé
Asegúrate que tu bebé se mantiene hidratado es vital para prevenir la sudamina. Ofrécele leche materna o de fórmula con frecuencia, sobre todo cuando haga calor. La hidratación ayuda a mantener una temperatura corporal saludable y contribuye al buen funcionamiento de las glándulas sudoríparas. Además, ayuda a eliminar toxinas y mantiene la piel hidratada desde dentro hacia fuera.
Evita la exposición excesiva al sol
Proteger a tu bebé de la exposición excesiva al sol es crucial para la salud general de la piel. Los bebés menores de seis meses deben mantenerse alejados de la luz solar directa, ya que su delicada piel es muy sensible a los rayos UV. Si tu bebé es mayor, aplícale un protector solar seguro para bebés con un FPS alto, vístele con ropa protectora ligera y dale sombra siempre que sea posible.

Utiliza productos para el cuidado de la piel suaves y delicados
Elegir los productos adecuados para el cuidado de la piel de tu bebé es esencial para prevenir las erupciones cutáneas. Opta por productos suaves, hipoalergénicos y sin perfume, formulados específicamente para bebés. Evita usar jabones fuertes o cremas hidratantes que puedan empeorar el sarpullido. Consulta siempre con un pediatra antes de probar cualquier producto nuevo en la piel de tu bebé.
Mantén la piel seca
Después de bañar a tu bebé, sécale la piel suavemente con una toalla suave. Asegúrate de que las zonas propensas a la sudoración, como el cuello, las axilas y la zona del pañal, permanezcan secas durante todo el día. Cambiar regularmente los pañales mojados también puede ayudar a prevenir este problema.
Proporciona una ventilación adecuada
Asegúrate de que la cuna y la zona de dormir de tu bebé estén en una habitación bien ventilada. Evita abrigar demasiado a tu bebé mientras duerme y utiliza textiles para la cuna o minicuna de algodón que favorezca la circulación del aire.
Evalúa la dieta de tu bebé
Si tu bebé toma alimentos sólidos, ofrécele una dieta equilibrada que incluya mucha fruta y verdura. Estos alimentos nutritivos contienen antioxidantes y vitaminas que ayudan a mantener una piel sana. Además, evita dar a tu bebé alimentos picantes o con alto contenido en azúcar, que pueden desencadenar una sudoración excesiva y empeorar la sudamina.
Consulta a un pediatra
Si, aun así, después de todas las precauciones tu bebé sigue teniendo problemas, lo mejor es que acudas a un pediatra.
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Cuidados del bebé durante el verano según su edad
El tiempo cálido y el verano traen más tiempo para disfrutar, pero también requiere de una atención especial para garantizar el bienestar de los más pequeños ya que las temperaturas más altas pueden suponer un peligro para la salud de los bebés, y por ello es esencial tomar algunas precauciones adicionales.
En este post recopilamos algunos sencillos consejos de cuidado del bebé que puedes tener en cuenta para tener un verano más seguro en función de la edad del bebé.
Para los recién nacidos (0-1 meses)
Para un recién nacido, un calor excesivo puede convertirse en un factor de riesgo, ya que no puede regular su temperatura corporal. Por tanto, los recién nacidos necesitan unos cuidados un poco diferentes durante el verano, y los padres deben extremar las precauciones.
1. No pasear con el bebé en las horas de más calor: Es aconsejable mantener a tu bebé dentro de casa, sobre todo durante las horas de más calor, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Son aún pequeñitos y su cuerpo aún tiene que regularse.
2. Viste a tu bebé con ropa ligera de algodón: Lo recomendable es usar ropa ligera y transpirable de algodón, y evitar las fibras sintéticas a la hora de elegir sus prendas de ropa y los textiles de su minicuna o cuna. Este es un TIP que se repite tenga el tiempo que tenga tu bebé.
3. Mantén al bebé hidratado: La lactancia materna o el biberón regulares son esenciales para mantener hidratado al recién nacido. Los recién nacidos no necesitan agua adicional durante los primeros meses de vida.Para bebés (1-12 meses)
Los bebés son más activos que los recién nacidos, pero siguen necesitando cuidados y atención especial para evitar que se acaloren durante los meses más cálidos de verano.
1. Mantenle hidratado: La lactancia materna o el biberón regulares siguen siendo esenciales para mantenerles hidratados durante este periodo, así que asegúrate de ofrecer suficientes líquidos a tu bebé. Conforme crezca y empiece con la alimentación complementaria, puedes utilizar un vaso para sorber apto para bebés o un biberón con tetina.
2. Protege a tu bebé del sol: En tus paseos, o cuando estés al aire libre, es recomendable usar una sombrilla, un sombrero de ala ancha o un parasol acoplable al cochecito o al portabebés.
3. Aplica protector solar: A partir de los 6 meses ya podrás utilizar un protector solar específico para bebés con un FPS de 30 o superior. Asegúrate de que sean minerales y no olvides ponérsela cuando vayáis a salir.
Para bebés mayores/niños pequeños (1-3 años)
Los padres pueden respirar un poco tranquilos mientras sus hijos pequeños muestran cada vez más independencia y actividad física. Sin embargo, los niños pequeños necesitan supervisión, ya que es posible que no se den cuenta de los efectos nocivos del calor.
1. Mantén a tu bebé fresco: Mantén a tu pequeño en una zona fresca y elige un lugar a la sombra para las actividades al aire libre, sobre todo si jugáis en el exterior.
2. Viste a tu bebé con ropa de colores claros: Viste a tu pequeño con ropa clara y evita los colores oscuros, ya que tienden a absorber más calor.
3. Protégelos del sol: Protege a tu bebé del sol utilizando un protector solar con FPS 30 o superior, sombrero, gafas de sol y ropa ligera que les cubra los brazos y las piernas, especialmente si decidís pasar un día en la playa o la piscina.Todos los padres quieren que su bebé sea feliz y esté sano. Tomar las precauciones necesarias y prestar atención a las necesidades de tu bebé durante el verano puede mantenerlo cómodo y seguro. Un poco de esfuerzo y cuidado adicionales pueden contribuir en gran medida a que tu bebé disfrute de la estación estival.
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Consejos para introducir la alimentación complementaria del bebé
Introducir la alimentación sólida a tu bebé puede ser a la vez emocionante y angustioso para los padres, especialmente si son primerizos. Saber cuándo empezar, qué alimentos darle y cómo crear un entorno de alimentación positivo puede resultar abrumador. En este artículo, te daremos consejos y orientación sobre cómo iniciar la alimentación o introducir a tu bebé en la alimentación complementaria de forma segura y agradable. Desde la preparación para los alimentos sólidos hasta la vigilancia de posibles alergias, cubriremos todos los aspectos importantes de este importante hito en el desarrollo de tu bebé.

- Preparación para la alimentación complementaria
Al introducir alimentos sólidos a tu pequeño, es interesante reunir artículos para bebés tales como cucharas, cuencos y baberos. Además, tu bebé debe estar cómodo sentado y controlar bien la cabeza para evitar dificultades al tragar. Sin duda el mejor lugar para conseguirlo es una trona para bebés.
Crear una rutina también es importante. Decide una hora constante para ofrecerle alimentos sólidos y crea un ambiente tranquilo. Esto puede ayudar a tu bebé a asociar positivamente la hora de comer con experiencias agradables.
Para garantizar que se satisfacen las necesidades nutricionales de tu bebé, es importante que te informes sobre sus requisitos dietéticos. La leche materna o artificial debe seguir siendo la principal fuente de alimentación durante el primer año de vida, y los alimentos sólidos deben limitarse a complementar estas fuentes. Elige alimentos ricos en nutrientes adecuados a la edad y etapa de desarrollo de tu bebé, como purés de fruta y verdura o cereales enriquecidos con hierro.
También es esencial buscar asesoramiento profesional. Consulta a tu pediatra o a un dietista titulado para que te oriente sobre cuándo empezar con la alimentación complementaria y qué tipos de alimentos introducir primero.
- Introducción de alimentos sólidos a la edad adecuada
Introducir alimentos sólidos a los bebés a una edad adecuada es fundamental para asegurar su crecimiento y maduración.
La mayoría de los profesionales médicos sugieren iniciar los alimentos sólidos cuando los bebés tienen alrededor de 6 meses. No obstante, algunos bebés pueden estar listos para los sólidos algo antes y otros un poco después, cada niño es un mundo.
- Introducción gradual de los alimentos sólidos
Empieza con pequeñas cantidades y aumenta gradualmente el volumen para ayudar a tu bebé a acostumbrarse a la textura y el sabor de los alimentos complementarios. Ve poco a poco. Cada bebé es diferente, así que presta atención a sus señales y haz los ajustes necesarios.
Cuando introduzcas alimentos nuevos, hazlo de uno en uno y espera unos días entre cada uno.
La introducción gradual de alimentos sólidos también permite controlar la respuesta de tu bebé. Algunos tardarán más en adaptarse a los nuevos sabores y texturas, mientras que otros lo harán enseguida. Ofrécele una variedad de alimentos complementarios para que su dieta sea equilibrada. ¡Ten paciencia y no te rindas!

- Qué alimentos dar primero
Procura ofrecerle alimentos nutritivos a un bebé es vital para establecer hábitos alimentarios saludables durante toda su vida.
El plátano, aguacate, boniato y guisantes son excelentes opciones, ya que contienen muchas vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento.
A medida que el bebé crece y se siente más cómodo con los sólidos, es interesante ir aumentando la variedad de alimentos para garantizar que obtiene todo tipo de nutrientes. Deben incluirse frutas, verduras, cereales y proteínas, y debe evitarse el consumo excesivo de alimentos dulces o procesados.
Vigilar los signos de alergia. Las reacciones alérgicas pueden manifestarse de diversas formas, como erupciones cutáneas, urticaria, vómitos o diarrea. Si tu bebé muestra algún signo de alergia, suspende el alimento y acude a tu pediatra para que lo valore.
- Crear un ambiente de alimentación positivo
Fomenta un ambiente cómodo para comer. Cuando tu bebé se siente relajado y tranquilo a la hora de comer, es más probable que saboree su comida y adquiera hábitos alimentarios saludables. Además, intenta eliminar distracciones como la televisión o los teléfonos.
A los bebés les sientan bien las rutinas, así que intenta darle de comer a la misma hora todos los días en un entorno tranquilo. Esto ayudará a tu bebé a sentirse seguro y a gusto durante la comida. También es importante que te asegures de que tu bebé está cómodo y en una posición segura para comer, por ejemplo, en una trona de bebés.
Otra cosa que ayuda es estimular a tu bebé para que examine diferentes texturas y sabores ofreciéndole una diversidad de alimentos. Deja que tu bebé toque y sienta la comida, le estarás ayudando a desarrollar una relación sana con la ella.
Por último, recuerda que construir un entorno de alimentación positivo requiere paciencia. Cada bebé es distinto, y algunos pueden tardar más en adaptarse a los alimentos sólidos que otros.
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¿Cuándo empezará a hablar mi bebé?
Como padres y madres, es emocionante oír las primeras palabras de tu pequeño. Es un hito importante en su desarrollo y una señal de que empieza a comunicarse eficazmente. Sin embargo, cada bebé es único y se desarrollará a su propio ritmo.
¿Cuándo empiezan a hablar los bebés?
Responder a esta cuestión no es una regla exacta. Normalmente, los bebés empiezan a balbucear alrededor de los 6-8 meses, y sus primeras palabras llegan entre los 10-14 meses y alrededor de los 18-24 meses es frecuente que el vocabulario del pequeño empiece a aumentar de forma constante.
Factores que afectan al desarrollo del habla y el lenguaje
Son distintos factores pueden afectar al momento en que tu bebé empezará a hablar.
- En primer lugar, entra en juego la genética, ya que algunos niños se desarrollan naturalmente más deprisa.
- En segundo lugar, los factores ambientales, como el acceso al lenguaje y las interacciones sociales positivas, pueden tener un impacto significativo en el desarrollo del lenguaje.
- En tercer lugar, la audición que es fundamental para la comunicación, y cualquier pérdida auditiva puede frenar el desarrollo del niño.
Si tu bebé no ha pronunciado su primera palabra a los 18 meses, puede haber motivos de preocupación. Es importante recordar que los niños se desarrollan a su propio ritmo, así que no te asustes de inmediato. Sin embargo, si sigue sin hablar a los dos años, lo mejor es empezar a explorar algunas opciones para ayudarle a ponerse al día.
Cómo favorecer el desarrollo del habla y el lenguaje de tu bebé
Puedes ayudar a tu bebé a desarrollar sus habilidades de habla y lenguaje mediante sencillas interacciones cotidianas y juegos:
1. Habla a tu bebé
Los bebés no pueden hablar desde que nacen, pero pueden oír el lenguaje y los sonidos que les rodean. Habla despacio y con claridad, y utiliza frases sencillas para comunicarte con ellos. Esto puede ayudarles a familiarizarse con los sonidos de tu lengua.

2. Lee a tu bebé
Leer un cuento a tu bebé es una forma útil de exponerle al lenguaje. Lee libros sencillos con repeticiones para ayudarles a aprender palabras y conceptos.

3. Canta y juega
Cantar canciones infantiles y jugar a juegos como el cu-cu también puede ayudar a fomentar el desarrollo del lenguaje de tu bebé. Es atractivo, divertido y puede ayudarles a comprender el flujo del lenguaje.
4. Establece contacto visual
Cuando interactúes con tu bebé, asegúrate de mirarle a los ojos y prestarle mucha atención. Esto demuestra que te interesa lo que tiene que decir y le ayuda a sentirse más a gusto comunicándose contigo. Para ello no olvides encontrar una posición en la que estéis los dos cómodos como por ejemplo en una mecedora de lactancia.
Puedes descubrir más juegos aquí.
La paciencia es la clave
Recuerda que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y algunos pueden tardar más que otros en empezar a hablar. Ten paciencia y sigue fomentando el desarrollo del lenguaje de tu bebé con mucho amor.
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Todo lo que necesitas saber sobre el sueño de tu bebé
Una de las mayores preocupaciones de los padres, especialmente de los primerizos, es el sueño de los bebés. El descanso es fundamental para el crecimiento y el desarrollo saludable de los niños, por eso es fundamental conocer cuántas horas debe dormir cada uno, dependiendo de su edad. Un sueño reparador permitirá que los niños se despierten con una actitud positiva, mejor comportamiento y menos irritables, pues durante la noche habrán recargado su organismo, tanto física, como mental y anímicamente.
En esta oportunidad, hablaremos sobre todo lo que necesitas saber sobre el sueño de los bebés, te contaremos las horas que debería dormir tu peque y te compartiremos algunos consejos prácticos para ayudarte a establecer rutinas y hábitos que favorezcan un sueño profundo y reparador, según nuestra especialista en sueño y fundadora de Colorín Colorado, Verónica. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo tú y tu bebé pueden conseguir noches más tranquilas y mágicas!
Técnicas para dormir al bebé
“Antes de los 5 o 6 meses puede ser complicado establecer horarios fijos, por lo tanto, es importante centrarnos en rituales, esto le aportará a nuestro bebé un momento de calma y seguridad. Es recomendable crear un ritual acorde a nuestro bebé y repetirlo cada día, en el mismo orden”. Como padres, es importante entender la importancia del sueño del bebé, ya que durante ese tiempo el cuerpo y el cerebro se preparan para nuevas experiencias, por eso, te compartimos algunas técnicas para dormir a tu bebé:
- Controlar el uso de pantallas
- Baño nocturno
- Masaje relajante
- Generar un ambiente de sueño
- Leer cuentos o historias
- Mantener el mismo lugar para dormir
Decoración y ambiente adecuado para dormir
“Se puede optar por una luz roja o anaranjada, recreando una luz tenue y un ambiente relajante”. Crear el ambiente adecuado para dormir, ayudará a que el bebé concilie el sueño de manera efectiva y pueda dormir durante toda la noche, a medida que va creciendo. Es importante tener en cuenta la temperatura de la habitación, de esta forma el bebé se sentirá más cómodo y no será un factor que provoque que se despierte una o varias veces, para eso, es imprescindible escoger ropa de cama de la mejor calidad, de acuerdo con la época del año.
Siestas y transiciones
Otro factor muy importante a la hora de establecer hábitos es el tiempo recomendado de sueño y las primeras siestas. Durante los primeros meses de vida, entre los 0 y 3, el bebé puede llegar a dormir de 14 a 17 horas, luego pasa a hacerlo entre 12 y 15 horas, entre los 4 y 11 meses. Ya cuando cumple 2 años, se disminuyen hasta 11 o 14 horas y así ocurre lo mismo con las siestas. “La primera transición suele ocurrir sobre los 7 o 9 meses, dependiendo del bebé. Pasan de tres a dos siestas y normalmente comienzan a rechazar la siesta de la mañana. La segunda, entre los 14 y 18 meses de edad. En este caso, pasan de dos a una siesta. En esta etapa, sus necesidades de sueño vuelven a cambiar, su primera siesta suele ser más larga, no obstante, es importante ofrecerle una siesta en la tarde. Esta única siesta se mantiene, aproximadamente, hasta los 3 años”.
Cómo hacer colecho seguro
El colecho es una práctica que ayuda a que el bebé se sienta más seguro, pues estar cerca de sus padres le transmite tranquilidad y calma, al mismo tiempo que ayuda a afianzar el vínculo entre los dos, pero no solo eso, los beneficios van más allá, ya que reduce en más del 50% el riesgo de Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, como lo explica la Asociación Española de Pediatría, quien recomienda que la forma más segura de dormir para los menores de 6 meses es boca arriba, en su propia cuna y cerca de la cama de los padres. “Si el bebé es menor de 3 meses, no es conveniente colechar en la misma cama, por riesgo a sufrir asfixia. Para estos casos es recomendable utilizar la cuna colecho, asegurando la cuna de nuestro bebé a nuestra cama. Es importante siempre mantener la cuna despejada de cualquier objeto, como cojines, almohadas o muñecos”.
La creación de rutinas y hábitos en horarios establecidos serán las mejores aliadas para ayudar a tu peque a alcanzar un sueño profundo y reparador. Mantén la calma, aumenta tu paciencia y sé persistente, de esa forma conseguirás que las noches sean más tranquilas no solo para ti, sino para toda la familia.
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Cómo salen los dientes de los bebés: descubre todo sobre su aparición
Como padres, es natural sentir emoción y preocupación al mismo tiempo, pues los primeros dientes en los bebés marcan un momento muy importante en el desarrollo de ellos. No obstante, también trae consigo algunas complicaciones, ya que los peques pueden experimentar sensación de dolor y molestia, en algunos casos extrema, que ponen en alerta a los padres, por eso es importante entender cómo y cuándo aparecen, de esa forma tanto padres como niños pueden prepararse y llevar mejor este proceso. En este artículo, te compartiremos algunos cuidados preventivos, síntomas que puedes esperar y cómo brindar soluciones adecuadas.
Desarrollo de los dientes del bebé
Los dientes de leche, también llamados dientes temporales, comienzan a desarrollarse incluso antes del nacimiento de tu bebé, específicamente después de las seis primeras semanas de embarazo, sin embargo, no es hasta aproximadamente los 6 meses de edad que los primeros dientes comienzan a aparecer a través de las encías.
El proceso comienza con la aparición de los incisivos centrales inferiores, seguidos de los superiores, aproximadamente entre los 6 y los 12 meses. En la tercera fase, entre los 9 y 16 meses, llegan los incisivos laterales superiores e inferiores. Posteriormente, aparecen los molares más internos, superiores e inferiores, entre los 13 y 22 meses. En la última etapa salen los caninos, superiores e inferiores, y los molares externos, y suele completarse entre los 23 y 33 meses. Sin embargo, cabe recordar que no es un proceso exacto que suceda igual en todos los niños, puede haber retrasos o ausencias, por lo cual, es recomendable acudir al médico para recibir un diagnóstico.
Síntomas de la dentición
Como mencionamos anteriormente, la dentición puede ser un proceso incómodo para muchos bebés y puede variar en duración e intensidad. Algunos de los síntomas comunes de la dentición incluyen:
- Irritabilidad o cambios de humor.
- Aumento del babeo.
- Encías inflamadas y sensibles.
- Dificultad para dormir y falta de apetito.
- Necesidad de morder objetos y chuparse los dedos.
- Aumento de la temperatura corporal.
Cómo aliviar las molestias de lo dientes

Por fortuna y para la tranquilidad de muchos padres, hay varios remedios que pueden ser de gran ayuda para aliviar las molestias de la dentición. Te compartimos algunos de los más comunes y fáciles de aplicar en casa:
- Masajear las encías con suavidad usando una gasa o directamente con los dedos. Asegurarse de tener las manos limpias para evitar infecciones no deseadas.
- Ofrecer objetos seguros y adecuados para morder. Si están fríos, mucho mejor.
- Optar por alimentos fríos y fáciles de digerir, como puré de frutas, si el bebé está en fase de alimentación complementaria, o polos de leche materna congelada.
La aparición de los primeros dientes puede llegar a ser desafiante, pero prepararse y anticiparse es la clave. Pon en práctica todos estos consejos y haz de esta etapa un lindo recuerdo tanto para ti, como para tu bebé, que luego será el ratoncito Pérez quien se encargue de ello. Por último, recuerda siempre consultar con tu médico de confianza para obtener orientación profesional y garantizar la salud bucal de tu peque, y ¡mucha paciencia!
